martes, 4 de marzo de 2014

Caracas Socialista

Luego de una larga y silenciosa batalla de quince años, comenzados a contar desde 1999, los historiadores, cronistas y documentalistas coinciden en que el verdadero proceso de implantación del socialismo en Venezuela se inició el 12 de febrero de 2014.
Luego de once meses de cruentas peleas callejeras, la rebelión civil iniciada por los estudiantes venezolanos, fue finalmente sofocada.
El régimen de Nicolás Maduro se mantuvo firme en una línea progresiva de violenta represión y de cercenar la comunicación y suministro de  información entre la población en general, pero en especial dentro de los que le adversaban. La primera censura fue prohibir a las plantas de televisión nacionales transmitir ninguna información en cuanto a las revueltas callejeras. El segundo manto de silencio afectó las emisoras extranjeras que se hacían eco de la situación en las calles venezolanas. Esas fueron suprimidas de la parrillera de las cableras. Con la prensa impresa no tuvo que hacer mucho, simplemente esperar a que uno a uno cada periódico o revista acabaran con sus reservas de papel.
Inmersos en esa oscuridad periodística, cada celular se convirtió en una cámara fotográfica o de video, y cada venezolano amante de la libertad, en un improvisado pero valiente periodista. Pero el régimen no tardó en perder la escasa compostura democrática que hasta entonces asumía por pura conveniencia y comenzó a intervenir la comunicación por Internet. Amos de todos los brazos de este monstruo, no les costó nada bajar la velocidad de transmisión, con lo cual subir fotos o videos se volvió una tarea titánica. Fue entonces cuando se redujo el número de fotos que se subían a Twitter o a Facebook, pero la calidad de lo poco que se montaba era simplemente contundente. Viendo las fallas y aciertos de los videos y fotos propias y ajenas, cada venezolano aprendió a encuadrar mejor, a buscar el mayor número de información en cada disparo fotográfico o toma de video. El régimen no sabía qué hacer porque cada fechoría que cometía, había por lo menos dos o tres cámaras que grababan sus andanzas. Parecía que cada venezolano tenía una cámara hasta en el culo.
Finalmente nos desconectaron el internet. Fue un duro golpe. Nos arroparon las tinieblas. Nadie sabía qué ocurría o dejaba de ocurrir. Comenzaron a correr los rumores. Noticias falsas o noticias ciertas, tan distorsionadas, que se volvían falsas. Fue entonces cuando la mirada de todos se volvió hacia los celulares. No podíamos transmitir fotos ni videos a través de ellos, pero sí podíamos transmitir cadenas de información. Creamos tres niveles de información para esas cadenas: Pásalo a todos, pásalo sólo si estás seguro que tu amigo o familiar está con la causa y, el tercero, era información que sólo podía ser difundida en círculos bien restringidos y previamente determinados.
La causa. Fue una frase que apareció en Twitter pocos días antes de que desapareciera. Todos la hicimos nuestra (digo, hablo, por supuesto, en nombre de los opositores) porque necesitábamos una palabra, un concepto, una idea que nos uniera y nos unificara. Ser opositores no era suficiente: ahora teníamos una CAUSA. La causa.
Mientras tanto, Nicolás Maduro, desesperado, comenzó a dar luz verde a sus hordas motorizadas, los llamados Colectivos. Su estrategia de ataque era pasearse por las calles de Caracas en grandes grupos, a veces a mucha velocidad, produciendo mucho ruido. Otras, en cambio, iban muy despacio, entonando letanías en honor al gran jefe Maduro o al Comandante Eterno Chávez. Sacaban sus armas cortas y disparaban al aire. A veces a alguna casa o edificio. Y si al día siguiente se enteraban que había habido un muerto en esa casa o edificio, nadie se sentía culpable. Era un muerto de todos. Es decir, de nadie.
Eran terroristas sembrando terror.
Para finales de abril la gran mayoría de las ciudades del país comenzaron a quedar desabastecidas de alimentos y combustibles. Los bancos y automercados trabajaban apenas un par de horas al día, lo que ocasionaba gigantescas colas de personas que sabían no serían atendidas. Fue CNN quien en una de sus transmisiones se atrevió a calificar por primera vez nuestra situación: Guerra Civil en Venezuela.
Para ese momento ya había un numeroso grupo de venezolanos, políticos de profesión y algunos líderes improvisados, que operaban desde la clandestinidad. Surgió la palabra Resistencia y con ella, el sentimiento de que no podíamos rendirnos.
Comenzamos a aplicar los olvidados métodos que la guerrilla venezolana había utilizado con cierto éxito en los años sesenta: volantes, explosión de niples para la distribución de los mismos en zonas populares, mítines fugaces en plazas, avenidas o cualquier sitio abierto de fácil escape y con suficientes personas para hacernos escuchar.
Pero no fue hasta finales de noviembre cuando el Régimen se las jugó el todo por el todo, y ganó.
El trabajo le fue encargado a los motorizados de los Colectivos y a la legión de mercenarios llamados Los Tupamaros. No hubo orden precisa. Simplemente se les dejó “hacer”.
Siempre se movían custodiados por tanquetas de la tristísimamente célebre Guardia Nacional Bolivariana. Los Colectivos y Tupamaros eran, según los partes oficiales del régimen, el Pueblo defendiendo su revolución. Una fuerza decidida a luchar por “la defensa de la Patria y de los intereses de todos los venezolanos de paz”.
Podían hacer lo que les diera la gana: desde entonces, repito, finales de noviembre de 2014, los Tupamaros y Colectivos chavistas tenían licencia para matar, violar mujeres, robar, pararte en una esquina y escupirte la cara, incendiarte el carro o pegarte un tiro en la cabeza y volarte los sesos.
Dejaron de disparar al aire  para apuntar sus armas a los infelices transeúntes que se topaban con ellos en la calle, a las casas o edificios, directamente, de frente, ya no para asustarlos sino para liquidarlos.
Los celulares dejaron de funcionar. A partir de ese momento ya nadie supo lo que pasaba en la calle de al lado. En las noches el suministro eléctrico era cortado. Como los vampiros o los lobos, Colectivos y Tupamaros cometían sus fechorías en las sombras. Eran tantos los muertos de cada noche que ya nadie los contaba.
Habíamos sido derrotados. Éramos muchos y cada día éramos más, pero eran ellos quienes tenían el poder y las armas. Ellos tenían cañones y nosotros razones. Pasó lo que tenía que pasar.
A partir de ese momento, enero de 2015, las fuerzas oficialistas tuvieron el camino tan libre como nunca. Ellos fueron los vencedores. Y lo sabían.
Nunca más volvimos a ver un puto dólar.
Al comienzo la gente se lamentaba porque ya no llegarían al país los nuevos modelos de celulares o de laptops. Las chicas pensaban en faldas y materiales de maquillaje, los chicos en motos y música.
Nunca más volvimos a tener internet, salvo para visitar las páginas oficiales del régimen triunfador. En un intento por congraciarse con sus seguidores, el Régimen diseñó una página a la que llamó Cara a Cara, una torpe imitación de Facebook. Y para los fans de Twitter, diseñaron Tuyyo.
No quiero aburrirlos y hacer de esta historia un relato más largo de lo que debería ser.
Para el 2017 Caracas fue, oficialmente, una ciudad socialista. Ese día fue oficialmente eliminado el último banco del país: el Banco de Venezuela.
Maduro dijo en su discurso: “hoy, 12 de diciembre de 2017, el capitalismo ya no existe en Venezuela. Nos costó 18 años de lucha espantarlo de nuestras tierras, pero ya lo logramos. Y fíjense como lo hemos hecho. No estamos expropiando ni eliminando un banco privado, del imperio. Estamos eliminando un banco nuestro, de nuestra propiedad. Un banco que al final de cuentas, su función no era otra que la acumulación de dinero, la acumulación de Capital. Ya eso no existe ni existirá en Venezuela”.
El socialismo tiene sus méritos y es justo reconocerlos: el gobierno de Maduro puso en cintura, mediante decreto Presidencial, más de cuarenta años de inflación y especulación. Los televisores pantalla plana, equipos de sonido, cámaras fotográficas digitales, computadoras, laptops, cocinas, neveras, lavadoras, todos esos productos se pusieron a precios dignos, accesibles, humanos. Claro, no se encontraban en ninguna tienda. Ni siquiera en el mercado negro.
Poco a poco comenzamos a tomar conciencia (¿conciencia socialista?) de que las bombas de agua de nuestros edificios se dañan y que necesitan repuestos para ser reparadas. Lo mismo ocurre con los ascensores. Y con los carros. Los celulares. Las cocinas. Las neveras. Los TV. Las radios. Aires acondicionados. Etc. Etc.
Aprendimos a remendar. Y aprendimos a resignarnos cuando el remiendo ya era inútil.
Cuando el ascensor se estropeaba, aprendimos a subir escaleras, ejercicio bueno para el corazón. Y cuando la bomba de agua del edificio caía en desgracia, pues aprendimos a bajar y subir escaleras con dos tobitos de agua: uno para el baños, la mierda, los meaos y toda esa vaina asquerosa, y el otro para bañarnos. El siguiente viaje de tobos sería para la cocina y para fregar los platos.
Uno a uno los carros de la burguesía se fueron parando: corolas, corsas, aveos, focus, WV, QQ. Un inyector, frenos, un radiador. Cualquier repuesto era una buena excusa para que el vehículo ya no se moviera más.
Repentinamente, las bicicletas se hicieron apetecibles como nunca. Pero ocurría que al igual que los repuestos, las bicis habían dejado de llegar al país hacía años.
A comienzo de la década de los veinte (hablo de los veinte nuestros, de 2020) el sueño del Comandante Eterno Hugo Chávez Frías se habían cumplido casi en su totalidad. Éramos una réplica del Mar de la Felicidad.
Caracas Socialista, territorio Libre de América. Territorio libre de luces de neón. De panfletos capitalistas estimulando el consumo desbocado. Una Caracas oscura. Una Caracas silenciosa.
Pero el venezolano es inteligente y amante de su libertad. Poco a poco, el venezolano de Petare, de Catia, de Caricuao. El venezolano de Tucupita, de San Carlos, de Maiquetía, de Los Erasos, de Propatria, de Mérida se fue dando cuenta de que algo andaba mal en esa Revolución Bolivariana.
Intentaron hacer calle. Intentaron protestar. Recordaban que en algún lado del país, en algún lado de la ciudad había gente que no quería esto. Salen a la calle y gritan, buscando su ayuda, su apoyo, su solidaridad. Pero nadie responde. Se han ido. Por las buenas o por las malas, en aviones o ataúdes. Pero lo cierto es que ya no están.
Cada noche, los Tupamaros y los Colectivos continúan sus rondan nocturnas. Matan, asesinan y joden a placer. Son una fuerza incontrolable. Y el Gobierno lo sabe. ¿Pregúntales si le importa?


Bélgica Zuloaga.

domingo, 27 de junio de 2010

Respuesta del señor Víctor Manuel García (@INFORMECIFRAS) ante sus comentarios HOMOFÓBICOS en Twitter

Victor Manuel García Hidalgo dijo...

El portal informecifras, que usted puede leer por las rutas electrónicas www.infrmecifras.com y www.cifrasonline.com.ve/informecifras, se limita a informar y crear opinión de interés para los venezolanos su libertad y la democracia. Como editor, tome la decisión de abrir una ventana de expresión, en momentos que el régimen que desgobierna al país cierra medios de comunicación. Como comunicador y estadístico, como padre, esposo, hijo y hermano de familia, les aseguro que en el portal anteriormente citado las noticias, informaciones y opiniones, que tienen que ver con el mundo gay o transgenero, no deben exceder de 0.1% Y las pocas informaciones generadas son tratadas con seriedad y responsabilidad profesional.

Con relación al canal de Informecifras y de Víctor Manuel García Hidalgo, en FACEBOOK. Les aseguró que estadísticamente es similar al portal Informecifras, citado anteriormente.

Ahora bien con relación a nuestro canal en Twitter, la bella Bélgica Zuloaga, ha hecho un detallado resumen que no hay nada que agregar ni quitar.

Para mi Twitter es el autobús de la historia, la gente se monta y se baja, cuando a bien se le viene en gana. A nadie le he pedido que me siga, a todos he agradecido que lo hagan.

Para mi Twitter es libertad de expresión, es tolerancia, es respeto hacia la persona humana, tres principios y valores, los cuales - desde la formación temprana del hogar hasta la jubilación académica, siempre he profesado y practicado.

Dicho esto, profundizo en el análisis. Todo comienza con la salida del closet del Sr. Ricky Martín y el comienzo de manifestaciones de apoyo hacia esa conducta irregular y antinatural adoptada por el ""Maricón Cantante"". A partir de ese momento la ""mariconería enardecida"" de Twitter comienzan a descalificarme, insultarme e inician un boicot contra Informecifras en Twitter. Pregunto, dónde queda mi libertad de expresión, dónde queda el respeto hacia mi persona, dónde está la tolerancia del mundo gay.

Pero voy más allá, un joven profesional de la Comunicación Social, el cual por respeto no voy a mencionar, pero que salió del closet, ese día, llegó a calificarme de infeliz. Le hice una propuesta muy seria, lo invite a un debate público sobre el tema, en el escenario mediático que quisiera, eso sí, yo como defensor de la doctrina de Dios, que establece que creo al hombre para que sea varón y a la mujer para que sea hembra y él como defensor del matrimonio homosexual, el cambio de sexo y de la ""mariconería enardecida"". Aprovecho Bélgica, para hacerte la misma propuesta, vamos a debatir sobre el tema con seriedad, responsabilidad y profesionalismo. Vamos a encontrarnos y verás que mi derecho comienza dónde termina el tuyo, pero mi deber - al cual no pienso renunciar - es proclamar los principios y valores que tanta falta hacen a la enferma sociedad venezolana.

Si soy franco, tolerante, antidogmático, formado en la Doctrina Bolivariana, pues claro, si fui el Presidente Fundador y creador de la Fundación Juventud Bolivariana de Venezuela. Demócrata y Presidente de la AC Sociedad Democrática, también es así desde el año 2005. Presidente de Cifras Encuestadora CE.CA y de Cifras Online c.a., desde el año 1995.

Lo que si no soy es fascista, tampoco soy golpista y mucho menos homosexual o defensor del nacional socialismo Hitleriano, es mis tiempo de juventud fui de izquierda, viví en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y en el año 1985, después de una larga conversación con el creador de la Perestroika y El Glasnot, Mijaíl Sergéyevich Gorbachov, llegué a la conclusión que había perdido mi tiempo. A mi regreso a Venezuela, recupere el tiempo perdido y termine mi formación académica de cuarto nivel en la Universidad de Columbia, en el Estado de Nueva York, USA.

Ahora tus seguidores podrán saber un poco más de mí, te agradezco que me hayas dado la oportunidad de expresarme en tu blog y te pongo Informecifras a tu completa orden y disposición.

Termino significando el concepto que tengo de Twitter, como canal libre de expresión y asumo la defensa y el honor de los 5.500 seguidores de informecifras, que hicieron y hacen caso omiso a los llamados intolerantes de la fanaticada Gay venezolana, de la cual tu, Bélgica Zuloaga, asumes la vocería.

Un beso para ti bella y mi respeto a tus seguidores.

Sinceramente. Víctor Manuel García Hidalgo


MI RESPUESTA, SEÑOR GARCÍA HIDALGO:

A confesión de parte, relevo de pruebas.

Gracias por su respuesta, señor Víctor Manuel García.

Como usted bien dice, la libertad de expresarse es un derecho inalienable y no negociable. La libertad de insulto, es otra cosa. En nuestra defensa por la libertad de expresión, no podemos caer en la aberración de legitimar cualquier barbaridad que se diga.

Como usted bien dice, Twitter es como un autobús en el que la gente se baja y se sube a su placer y conveniencia. Y yo, en rechazo a su discurso homofóbico y vulgarmente machista, no he hecho otra cosa que protestar y dar a conocer la bajeza de sus comentarios. Fíjese que no estoy pidiendo que lo fusilen, ni que lo enjuicien, ni que lo encarcelen por sus palabras. Simplemente he hecho un llamado a la comunidad de Twitter PARA QUE DEJEN DE SEGUIRLO. Más nada. Es decir, para que la gente, de acuerdo su criterio, siga montado en “su autobús” o, simplemente se bajen de él y dejen de ser sus pasivos cómplices.

Hasta hace una semana he sido seguidora de su cuenta @INFORMECIFRAS y de su portal. Reconozco el valor periodístico de estas páginas en medio de esta plaga de censura informativa con la que este gobierno ha atacado a todos los venezolanos. Pero de allí a considerarse con “patente de corso” para insultar impunemente a quien usted crea necesario insultar, hay un trecho bien largo.

Usted, con una benevolencia casi cínica, admite que sus comentarios homofóbicos no llegan ni al 0,1% del total de su información. Es decir, que si yo tengo 2.000 empleados, pero sólo golpeo y humillo a 2 de ellos (el 0.1%), no por ello podría ser demandada ante los organismos competentes. ¿Es ese su criterio?

Para finalizar su respuesta, me dice que me he convertido en “vocera de la fanaticada gay venezolana”, cuando en realidad no he hecho otra cosa que protestar contra el atropello de sus comentarios. Si la hubiera tomado contra los negros, los chinos, las mujeres que abortan o los enanos, mi indignación hubiera sido la misma.

Y lo más indignante de su actitud es la prepotencia con la que afirma que sus comentarios no disminuyen las filas de sus 5.500 seguidores. Creo que ellos, como yo hasta hace apenas un par de semanas, no sabíamos exactamente bien a quién estábamos siguiendo.

Muchas gracias por su respuesta y, le repito, a confesión de parte, relevo de pruebas.

Bélgica Zuloaga

domingo, 13 de junio de 2010

HOMOFOBIA EN LAS REDES SOCIALES

En los últimos años las redes sociales han dejado de ser un canal “alternativo” para la difusión de ideas, opiniones y noticias, para convertirse en una vía de transmisión tan o más eficiente que los medios tradicionales de difusión masiva de información.

Empresas noticiosas tan importantes como CNN o la BBC han encontrado en algunas redes sociales como Twitter a un temido competidor. Hoy día un porcentaje muy alto de información noticiosa y de opinión llega a los usuarios más rápidamente a través Twitter que de la radio o de la pantalla de televisión. De hecho, todos los medios de información del mundo, ya sean impresos, radiales o televisivos, hoy día poseen propias cuentas en Twitter.

Hago esta reflexión inicial para resaltar el enorme poder de penetración y de difusión que potencialmente posee cada una de las cuentas en redes sociales como Twitter o Facebook. Un poder que no debemos nunca desestimar.

En mi cuenta Twitter (@belgicazuloaga) soy seguidora de 1.436 personas, y me siguen 884. Hoy en la tarde me encontré con una serie de comentarios de carácter abiertamente homofóbicos escritos por la cuenta @INFORMECIFRAS, responsabilidad del señor Víctor García, ubicado en Caracas, Venezuela, quien dice ser Presidente de las empresa Cifras Encuestadora CE.CA y Cifras Online, Presidente Editor de Informecifras y Presidente de la Sociedad Democrática A.C.

Investigando en Facebook, conseguí su página, en la cual se describe a sí mismo como un “Demócrata antidogmático, franco y tolerante, formado en el pensamiento social y político de Bolívar”.

Sin embargo, los comentarios de este señor en Twitter, en nada reflejan el carácter tolerante y franco que se atribuye a sí mismo. Voy a reproducir textualmente algunos de estos comentarios:

@INFORMECIFRAS: Si usted es Gay, sospecha que lo es o apoya la mariconería inmoral enardecida, por favor no nos siga. Gracias”

Ante la abierta, despreciable y ofensiva discriminación de este tweet, algunos usuarios protestamos airadamente. Inmediatamente, @INFORMECIFRAS los catalogó de gays y homosexuales reprimidos:

“@INFORMECIFRAS: otra loca que salió del closet, chao. Al descubierto ha quedado la mariconeria enardecida e inmoral @LaDivinaDiva

“@INFORMECIFRAS: LA LOCA DE LA GALLETA SALIO EN DEFENSA LA MARICONERIA ENARDECIDA E INMORAL @oreowafer”.

“@INFORMECIFRAS sal del escaparate locoteeeee. Porsupuestisimo que eres , ponchaooOo”

“@INFORMECIFRAS:Vistes como van saliendo del closet ellos y ellas. Te lo dije esta sociedad está enferma de Picazón Trasera.@trapiello

Varios usuarios manifestaron su decisión de dar UF (Unfollow –dejar de seguir) a @INFORMECIFRAS:

“@carlosgarcia99: @INFORMECIFRAS Visto, que su intolerancia supera cualquier "cifra", el "informe", perdió credibilidad. #UnFollow

Jogreg: @INFORMECIFRAS: además de bloquearlos, acabo de escribir un correo a su editor y consultora legal. ¡Qué vergüenza de comentarios!”

“@Alessandra_Pupe: No puedo creer estos tweets! RT @INFORMECIFRAS: Si usted es Gay, sospecha que lo es o apoya la mariconería inmoral enardecida, no nos siga”

@danielita_ita: Que es esto vale?! :s RT @INFORMECIFRAS: Si usted es Gay, sospecha que lo es o apoya la mariconería inmoral enardecida, no nos siga”

@tibiguerra: Será que la esposa lo golpea? XD RT @LuisCarlos: No sé si bloquear al homofóbico de @INFORMECIFRAS o aceptar un debate...”

Y así, varios comentarios más de rechazo. La lista de comentarios de protesta es bastante larga y usted mismo puede verificarla a través del BUSCADOR de Twitter.

Ante estas amenazas y decisiones de UF, @INFORMECIFRAS se regodeaba diciendo que apenas había perdido a 3 usuarios de sus seguidores, cosa que pude constatar como cierta: “@INFORMECIFRAS: #SOSPECHOSA @belgicazuloaga. La mariconeria enardecida e inmoral, son minoría gracias a Dios. Apenas se han ido tres.

Luego agregaba, regodeándose nuevamente de sus seguidores: “@INFORMECIFRAS: Gracias a la gente seria que nos sigue. Hombres y mujeres de principios y valores que aceptan el género dado por Dios, nuestro creador”.

@INFORMECIFRAS es una cuenta Twitter y una portal web (http://cifrasonline.com.ve/informecifras/) aparentemente serio, que lleva adelante el despliegue y difusión de una importante información contra el régimen chavista. Hasta el día de hoy he recibido y leído con interés sus tweets. Sin embargo, una cosa no niega la otra. Estamos en presencia de un fanático, de un fundamentalista, de un talibán de la ultraderecha católica. Este señor cuenta con 5.400 seguidores, lo cual, sin duda, es una cifra bastante significativa. Este facho, oculto bajo una máscara de demócrata, utiliza su plataforma de información para denigrar de las personas que son distintas a él.

Recuerdo el reciente caso de declaraciones homofóbicas hechas por el profesor de Derecho Pedro Alejandro Lava en su pequeña aula de clases, quien fue grabado en video por la cámara de un celular de uno de sus alumnos y publicado en Youtube. Este caso, recordado por todos, levantó una airada protesta de miles de personas a través de las redes sociales.

A mí modo de ver, las expresiones homofóbicas e intolerantes de @INFORMECIFRAS, a cargo del señor Víctor García, son muchísimo más graves, ya que no las hace en la intimidad de medio centenar de alumnos, sino de 5.400 seguidores que potencialmente tienen acceso a sus publicaciones.

Pero lo que más me impresiona es que la comunidad Twitter, a pesar de las airadas protestas de algunos de sus miembros, en general permaneció indiferente ante esta manifestación de discriminación sexual. Y en efecto, tal como se jactaba Víctor García, apenas había perdido a 3 miembros de sus 5.400 seguidores.

Luego de sus ofensivos comentarios, Víctor García parecía un poco fastidiado de la polémica que había levantado en los canales de Twitter y dijo:

@INFORMECIFRAS: Cerrado el tema sobre maricones y mariconas, voy a trabajar, tengo que subir los #CONFIDENCIALES y la Edición Meridiana de Informecifras.”

Luego, como “buen católico”, se despidió con el siguiente tweet:

@INFORMECIFRAS: Feliz Domingo, voy al almuerzo en familia y luego a Misa. Nos vemos en la noche.”

Pero como el fanatismo y la intolerancia por lo general no están dirigidas a un solo sector, indagando en sus anteriores tweets encontré la siguiente joyita:

“@INFORMECIFRAS ¿Sabes que para la iglesia católica tener relaciones sexuales con condón es igual de inmoral a tirar con tu mismo sexo?”

Es decir, que hoy el domingo 14 de junio el señor Víctor García se divirtió ofendiendo a los homosexuales, pero tal vez mañana lo haga con las mujeres que abortan, o con las que no llegamos vírgenes al matrimonio, o con las que vivimos con un hombre sin habernos casado o, peor aún, con las que no vamos a misa.

El resto queda en tus manos. No dejes que estos actos de odio e intolerancia pasen impunemente por debajo de la mesa. Menos aún en comunidades como Twitter o Facebook, por lo general tan sensible a estos abusos y desmanes.

La ubicación en Twitter de este siniestro personaje llamado Víctor García es @INFORMECIFRAS.

Su página en Facebook es: http://www.facebook.com/profile.php?id=1130527849&ref=ts

Su Portal Web es: http://cifrasonline.com.ve/informecifras/

Gracias por tu lectura y gracias por tu participación.